Flora de Guatemala
La flora de Guatemala es considerada por diversos expertos como la más rica y diversificada de toda Centroamérica. Su flora está compuesta por una gran variedad de géneros y especies herbales nativas y algunas importadas que se han adecuado a los terrenos a lo largo y ancho del país.
A pesar de estar ubicada en Centroamérica, su flora se diferencia considerablemente en comparación con sus países vecinos, lo que se debe a la gran cantidad de hábitats que posee. Estos van desde volcanes activos hasta praderas subalpinas con temperaturas muy bajas, pudiendo diferenciarse hasta 14 regiones ecológicas.
Alrededor del 36% del territorio del país está cubierto de bosques, siendo aproximadamente la mitad bosques primarios (que son los considerados como de mayor biodiversidad). Tiene la mayor cantidad de especies arbóreas de la región y de coníferas en cualquier zona tropical del mundo.
Según los estudios más recientes de botánicos guatemaltecos y extranjeros, la variedad se extiende a casi 8.000 tipos de especies esparcidas en la nación, siendo en su mayoría especies nativas o endémicas.
Principales especies de la flora de Guatemala
Una de las especies más notables que se pueden apreciar en la flora de Guatemala son las orquídeas.
Principalmente, podemos observar la orquídea coralina manchada, una planta con un tallo de hasta 80 cm y una producción de hasta 50 flores. Sus colores son parecidos a los del coral, ya que la orquídea adopta colores como el rojo y el marrón.
Otra de las plantas que también se pueden encontrar en grandes cantidades son los árboles de aguacate (Persea americana).
Este árbol ha sido tradicionalmente explotado en la economía guatemalteca, puesto que su fruto, el aguacate, ha sido utilizado durante muchos años en la comida local. El árbol crece fácilmente en ambientes tropicales y gracias a la fertilidad de la tierra guatemalteca su crecimiento es bastante rápido.
Del mismo modo, son abundantes dentro de la flora de Guatemala las coníferas, que constituyen alrededor del 6,7% de la flora. Específicamente, hay 17 especies en Guatemala, donde se incluyen pinos y cipreses, y el Abies guatemalensis, que es endémico de la región.
Otras especies arbóreas son el chicozapote (Manilkara zapota), la caoba (Swietenia macrophylla) o el ébano (Diospyros ebenum).
Asimismo, la ceiba (Ceiba speciosa), es el árbol nacional de Guatemala. Es de grandes dimensiones, tiene flores rosadas que se usan para ornamentación, y los locales lo consideran un árbol sagrado.
Igualmente, podemos encontrar el huito, que es un enebro muy común tanto en México como en Guatemala, y que puede crecer hasta 15 metros.
No obstante, el huito (Juniperus standleyi) se encuentra en peligro de extinción debido a las constantes deforestaciones que se han llevado a cabo a lo largo de los años, y la inexistencia de proyectos de reforestación para recuperar la especie.
Otras especies que abundan en el país son los mangles, las palmas aceiteras de corozo, diversas especies de magnolias y las tillandsias, que son plantas epífitas endémicas de la zona. Epífita significa que crece sobre otra planta.
Utilidad de la flora de Guatemala
Muchos usos se le han dado a la flora guatemalteca, desde la utilización del aguacate en casi todos sus platos tradicionales hasta la presencia de diversas frutas y plantas para usos medicinales.
Uno de los frutos que más podemos encontrar en la medicina local y autóctona guatemalteca es el zapote blanco (Casimiroa edulis). Este fruto es empleado para tratar el nerviosismo, la tensión alta, el insomnio y como sedante.
Otra de las frutas más utilizadas para asuntos medicinales es el aceituno (Simarouba amara).
Este árbol se encuentra en casi toda Centroamérica y su utilización proviene de la época precolombina, cuando se utilizaba para tratar diversos males relacionados con el estómago. También se usa para fines culinarios.
En el aspecto comercial se le ha dado una gran utilidad al encino negro (Quercus rugosa), debido a su relevancia para la industria maderera.
Sin embargo, esta utilización indiscriminada también ha empezado a generar riesgos para la continuidad de la especie dentro de la flora guatemalteca.
Riesgos de la flora de Guatemala
Así como en el resto del mundo, la flora de Guatemala se ha visto muy afectada por la intervención humana y la ausencia de proyectos para la rehabilitación y recuperación de especies.
La destrucción de hábitats únicos y exclusivos de determinadas especies ha contribuido también a la disminución de ciertas plantas.
Los sistemas de recuperación y protección en Guatemala tienen muy pocas especies bajo algún tipo clasificación de amenaza, sin embargo, ya han empezado a notarse ciertas necesidades que deben tenerse en cuenta para conseguir la sostenibilidad de la rica variedad de especies.
Por ejemplo, la Vanilla planifolia, una especie de orquídea de cuyo fruto se extrae la vainilla, y que se da a lo largo de toda Centroamérica.
La planta se ha visto afectada por el gran impacto comercial que ha tenido la vainilla dentro de los mercados internacionales, lo que ha llevado a una explotación acelerada que no se adapta a su ritmo de reproducción.
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